Escribe Paolo Sosa

La crisis peruana es multifacética. Uno de los problemas más urgentes es la extinción del sistema de pesos y contrapesos que dan forma al equilibrio de poderes. Perú tiene hoy un sistema de gobierno disfuncional y con atribuciones de control político, cada vez más, concentradas en un solo poder, el legislativo. La reforma del sistema de gobierno es, entonces, imperativa, pero al mismo tiempo insuficiente. El principal problema y amenaza para la democracia no son las normas que dan forma a este sistema en sí mismas, sino la adhesión de los actores políticos y su compromiso en hacerlas funcionar.

Una democracia, tal como la entendemos hoy, es un sistema de reglas que definen cómo se accede al poder y cómo se ejerce tal poder. Por ello, el componente electoral y principio del equilibrio de poderes son dos elementos constitutivos de la democracia, sin los cuales no es posible su funcionamiento. Aunque la atención suele centrarse únicamente en lo electoral, los principales problemas contemporáneos provienen de la degradación de los sistemas de pesos y contrapesos que dan forma al principio de equilibrio de poderes.

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