Escribe Rocío Silva-Santisteban 

El viejo mundo muere, el nuevo tarda en aparecer y en ese claroscuro nacen los monstruos”, reza una vieja frase de Antonio Gramsci más que certera para referirnos a las reformas, contrareformas y demás aderezos del poder en el Perú. Sin embargo, en esta ocasión no atravesamos cualquier crisis sino una de tales dimensiones, dentro de un silencio sordo, que todo se va desbaratando como caen las paredes de quincha, para mostrarnos el interior de un cascarón racializado, ultra individualista, polarizado y centralista hasta el desprecio. ¿Cómo reconstruir una democracia real en estas condiciones?

La gente de La Mula me pide comentar el texto de Gonzalo Banda sobre la contrarreforma populista y lo primero que quisiera mencionar es que urge un debate serio que nos permita confiar nuevamente en la palabra del otro. Para hacer práctica contra la polarización y el rechazo a toda alteridad, urge leer y pensar y repensar los planteamientos diferentes.

Lee la columna completa AQUÍ.